Hitchcock Truffaut por Kent Jones
Diálogo entre dos cineastas
Hitchcock Truffaut por Kent Jones
Miguel Laviña Guallart | 18 marzo, 2022
“Si de un día para otro el cine debiera privarse de nuevo de toda banda sonora y volver a ser un arte mudo, muchos directores estarían condenados al paro, pero, entre los rescatados, estaría Alfred Hitchcock, y todos comprenderían por fin que es el mejor director del mundo”.
Carta dirigida por François Truffaut a Alfred Hitchcock. París, 2 de junio de 1962.
Estas reveladoras palabras forman parte de una célebre carta que el cineasta François Truffaut envía a Alfred Hitchcock en 1962. Una extensa misiva en la que, el por aquel entonces joven director francés, ponía de manifiesto el conocimiento y la admiración por su obra, y le planteaba la posibilidad de realizar una serie de entrevistas. La propuesta incluiría un minucioso estudio cronológico de las películas de Alfred Hitchcock, junto al análisis de los aspectos clave de su filmografía. Esta carta fue el punto de partida de un complicado proceso que finalizó, cuatro años más tarde, con la publicación del libro El cine según Hitchcock (1966). Un texto que respeta el formato de la entrevista, pero que en realidad se articula como un privilegiado diálogo entre los dos cineastas, desbordando la propia obra del entrevistado, para convertirse en un excepcional análisis en torno a las claves de la actividad cinematográfica.
El cine según Hitchcock, manual de vocaciones tempranas para sucesivas generaciones de cinéfilos, texto indispensable en cualquier estudio sobre el cine, adquiere una formulación en imágenes en el documental Hitchcock/Truffaut (2015), dirigido por Kent Jones. El film incide en algunos de los aspectos destacables del libro, y los completa a través del audio -incluye fragmentos de las grabaciones originales de las entrevistas-, y de la imagen, mediante la disección de varias de las secuencias de la filmografía del director británico. El legado de El cine según Hitchcock se prolonga hasta nuestros días, con la incorporación en el documental del testimonio de relevantes directores, tanto de la generación de los años setenta -Martin Scorsese, Paul Schrader y Peter Bogdanovich-, como de la actualidad, entre otros, David Fincher, Wes Anderson, Olivier Assayas o James Gray.
El cine según Hitchcock, un libro indispensable en cualquier estudio sobre el cine, adquiere su formulación en imágenes en el documental Hitchcock/Truffaut. Uno de los elementos de indudable interés es poder escuchar el audio original de las conversaciones entre ambos directores
François Truffaut puede considerarse uno de los principales artífices de la revisión de la obra de Hitchcock que comienza entre parte de la crítica francesa, a mediados de los años cincuenta. Desde las páginas de la revista Cahiers du Cinéma, en la que Truffaut ejercía de combativo crítico,se esforzó en reivindicar una figura que, si bien gozaba de gran popularidad entre el público, su consideración artística quedaba con frecuencia reducida al cine de género o a los parámetros del suspense. Cahiers du Cinéma aglutina a la joven crítica de aquel momento, y pronto destacan entre sus artículos otros nombres como Eric Rohmer, Jean-Luc Godard, Jacques Rivette o Claude Chabrol, siguiendo la estela de su fundador André Bazin. Unos autores que a finales de los años cincuenta, principios de los sesenta, realizan sus primeros filmes e integrarán la Nouvelle Vague. Los perspicaces análisis de Truffaut en Cahiers du cinema señalan a Alfred Hitchcock, afincado en EEUU desde 1940, como uno de los más destacados directores de aquellas décadas. Una reivindicación que se extiende a otros realizadores con una consideración similar en aquellos años, como Howard Hakws o Nicholas Ray, reducidos a la categoría de eficaces artesanos dentro del sistema de estudios.
Cahiers du Cinéma lleva a cabo una serie de extensas entrevistas durante los años cincuenta, que incluye cineastas como Roberto Rossellini, Jean Renoir, Orson Welles o Robert Bresson. Entre estos autores se encuentra también Alfred Hitchcock, al que Truffaut, acompañado de Claude Chabrol, entrevista por primera vez a finales de 1954, aprovechando su estancia en Francia debido al rodaje de Atrapa un ladrón(1955). Las entrevistas a estos cineastas enlazan directamente con la adscripción de los integrantes de la futura Nouvelle Vague al concepto de “Política de autor”. Esta teoría considera la visión del director y su puesta en escena como el elemento esencial del hecho cinematográfico. Este movimiento postula un cine escrito en primera persona y un cambio en los planteamientos de producción, implicando una renovación estilística que abre nuevos caminos hacia la modernidad cinematográfica. La “Política de autor” se extenderá, en cierta medida, desde la Nouvelle Vague al resto de los Nuevos Cines europeos.
▲ Sospecha -Suspicion- (1941)
En junio de 1962, momento en el que François Truffaut envía su primera carta a Alfred Hitchcock, se había convertido en un director reconocido. En la presentación de su tercer largometraje Jules et Jim (1961) en Nueva York, había comprobado cierta condescendencia de los periodistas, en relación a su declarada admiración por Hitckcock. En la carta le propone realizar unas entrevistas que se materialicen en un libro, que se publicaría de manera simultánea en París y Nueva York. Expone de forma detallada las partes en las que se dividiría el texto, comenzando por su etapa en el cine mudo inglés, y las principales cuestiones a abordar. Las preguntas girarían en torno al origen cada película, la construcción del guion, los problemas de la puesta en escena, la consideración de cada película en relación a aquella que le precede, y su estimación del resultado artístico y comercial. Incluso enumera otras cuestiones a tratar, como los diferentes estilos de diálogo, la dirección de actores, el arte del montaje o la evolución de la técnica, repartidos en diferentes apartados, respetando siempre un orden cronológico.
▲ Ingrid Bergman y Gregory Peck en Recuerda -Spellbound- (1945)
La entrevista comienza el 14 de agosto de 1962 en Los Ángeles, en uno de los despachos de Alfred Hitchcock en los Estudios Universal. Estas conversaciones se prolongan durante 6 días, y se registran en unas cintas que ascienden a unas cincuenta horas de grabación. En julio de 1965, se reúnen de nuevo en Londres para analizar los dos siguientes filmes de Hitchcock hasta aquel momento, Marnie la ladrona (1964) y Cortina rasgada(1966), antes de la publicación de la primera edición de El cine según Hitchcock en 1966. La correspondencia entre ambos continuó durante años, unas cartas en las que comentan cuestiones de trabajo, intercambian guiones o revisan sus respectivas películas. En 1981, Truffaut comienza la edición definitiva del libro, redacta un nuevo prólogo y añade un capítulo, que recoge una última entrevista con motivo de la presentación de Frenesí en el festival de Cannes de 1972. Esta edición definitiva se publica a principios de 1984, y es uno de los últimos trabajos que Truffaut logra completar antes de su prematuro fallecimiento, el 21 de octubre de aquel mismo año.
▲ Alfred Hitchock, Ingrid Bergman y Cary Grant en el rodaje de Encadenados -Notorious- (1946)
El secreto perdido del cine
A lo largo de estas décadas, El cine según Hitchcock se ha convertido en el testimonio del excepcional encuentro de dos cineastas que, tal y como afirma el documental Hitchcock/Truffaut: “Pertenecían a distintas generaciones y culturas, tenían una visión diferente sobre su trabajo, pero vivían por y para el cine”. Serge Toubiana, exdirector de la Cinémathèque Française, encontró en 1993 las grabaciones originales de las entrevistas, y tras difundirlas en varios espacios radiofónicos, propuso la realización de este proyecto al crítico y cineasta Kent Jones. Uno de los elementos de indudable interés del documental es poder escuchar el desarrollo de estas conversaciones. La característica voz de Hitchcock -popularizada en sus intervenciones televisivas-, y la audacia en las preguntas de un joven Truffaut. Al hilo de estas grabaciones, el documental sustituye las numerosas ilustraciones del libro –series de minuciosos y didácticos fotogramas, que explican el montaje de algunas escenas plano a plano-, por la inclusión de numerosas secuencias de la filmografía de Hitchcock. De esta forma, Hitchcock/Truffaut se convierte en el esforzado ejercicio de transformar en imágenes El cine según Hitchcock, evitando el riguroso orden cronológico del libro, para estructurarse de una forma temática, incorporando distintas perspectivas actuales.
Hitchcock/Truffaut reúne a destacados directores que comentan la influencia de Hitchcock en su formación, y el análisis de su obra desde una perspectiva actual. Incluye cineastas de la generación de los años setenta –Martin Scorsese, Peter Bogdanovich-, y de la actualidad. Entre otros, David Fincher, Wes Anderson o James Gray
▲ Psicosis -Psyso- (1960)
Hitchcock/Truffaut incide en varios de los elementos formales y técnicos que analiza el libro para descubrir, de forma progresiva, aquello que se esconde bajo los brillantes mecanismos del suspense. Al igual que consiguió Truffaut en el curso de las entrevistas, el documental profundiza en las constantes personales de Hitchcock, que subyacen bajo la intriga argumental y su construcción visual. Cuestiones como las obsesiones, sueños y miedos del director británico, la aparición de la religiosidad o la transferencia de la culpa. una serie de destacados directores que explican la influencia de Hitchcock -y del propio libro El cine según Hitchcock– en su formación como cineastas, y la relevancia de su obra desde una perspectiva actual. James Gray afirma que este libro significó “Una ventana hacia el mundo del cine que no había existido hasta entonces. Era un director que hablaba sobre su propia obra, pero de una manera nada pretenciosa, sin pomposidad alguna”.
▲ Rodaje de Los pájaros -Alfred Hitchcock´s The birds- (1963)
Hitchcock comenzó su trayectoria en el cine mudo, por lo que posee el “Secreto perdido” de aquellos directores que podían expresarse solamente con la fuerza plástica de sus imágenes. Respecto al tiempo y el espacio, Richard Linklater define a Hitchcock como un “Maestro esculpiendo el tiempo”, para dirigir una escena o dirigir la atención de tal manera que el tiempo se dilatara o se contrajera. Olivier Assayas afirma que Hitchcock es un teórico del espacio, con una concepción matemática en la distribución de los planos, en la función dramática del escenario y el tamaño de la imagen. Wes Anderson considera que “Tenía una visión del cine muy conceptual. Le gustaba probar cosas que nunca había hecho. Su cabeza bullía con ideas constantemente, por eso le citamos tan a menudo”. Por su parte, David Fincher señala que “Hitchcock fue uno de los primeros en decir que había una estructura en el lenguaje cinematográfico”.
▲ La ventana indiscreta -Rear Window- (1954)
Estos testimonios se ilustran con secuencias tan célebres como el largo beso entre Ingrid Bergman y Cary Grant en Encadenados (1946), las imágenes de Cary Grant subiendo el luminoso vaso de leche en las escaleras de Sospecha (1941) o varios de los desasosegantes ataques de Los pájaros (1963). Martin Scorsese se adentra por otros caminos, incidiendo en el especial significado de los planos picados. Unas imágenes que proporcionan un carácter omnisciente, la sensación de poder capturar lo invisible. Una teoría que explica -y que resulta reveladora- sobre las imágenes de algunos planos picados de Falso culpable (1956), Los pájaros (1963) o Topaz (1969).
▲ Grace Kelly y Cary Grant en Atrapa un ladrón -To catch a thief- (1955)
La “Lógica de los sueños”
El documental se detiene de forma especial en Vértigo / De entre los muertos (1958) y Psicosis (1960), dos obras fundamentales en la trayectoria del director británico, rompiendo el equilibrio que guarda el libro respecto al conjunto de su filmografía. Estos largometrajes se adentran en lo que denominan la “Lógica de los sueños”, un terreno que acentúa sensaciones como la soledad o el peligro, y en el que se produce una hiperpercepción de algunos objetos respecto a la escena. Truffaut consideraba evidente que algunas películas como Encadenados o Vértigo parecen sueños filmados. El documental resalta el impacto que causó en su estreno la célebre secuencia de la ducha en Psicosis. Martin Scorsese señala la maestría con la que Hitchcock parece llevarnos por un camino durante el primer tramo de la película, para más tarde romper todas las expectativas. A lo que David Fincher añade: “Hay ciertas reglas, pero él lanzó una granada en medio de la sala y destruyó todas esas reglas”.
▲ Con la muerte en los talones -North by Northwest- (1959)
Las largas secuencias iniciales de Vértigo, en las que el detective protagonista –James Stewart- sigue a una misteriosa mujer por las calles de San Francisco –Kim Novak-, adquieren un carácter cercano al onírico. Martin Scorsese reconoce que llega un momento en el que se desentiende del argumento, lo importante de la trama de Vértigo es el hilo del que colgar otras cosas, y lo que cuelga es “Poesía cinematográfica”. La espiral de fascinación en la que se ve inmerso este detective por una mujer que muere, y sus desesperados intentos por recuperarla transformando a otra mujer, desemboca en la secuencia en la que se materializa este deseo. Ambos se besan mientras la cámara gira, siguiendo la arrebatadora música de Bernard Herrmann. El director James Gray afirma que es el mejor momento de la historia del cine, poniendo de manifiesto todo lo que representan Hitchcock y el cine de la forma más bella posible.
▲ Kim Novak y James Stewart en Vértigo / De entre los muertos -Vertigo- (1958)
Hitchcock/Truffaut actualiza y completa el legado de El cine según Hitchcock de una manera accesible, puede conducir a las nuevas generaciones a descubrir este libro y, por supuesto, a revisar la obra de Hitchcock. De igual forma, empuja a adentrase en el universo de Truffaut, aquel director francés que preguntaba a Hitchcock con tanto entusiasmo como convicción, al tiempo que reinterpretaba sus películas. El audio de las entrevistas permite percibir cómo el propio Hitchcock, incluso algo asombrado, admite una de las conclusiones de Truffaut respecto a la culpabilidad, un elemento que siempre planea en sus filmes: “En nueve de cada diez películas sus personajes guardan un secreto, en un entorno cada vez más opresivo. Acaban confesando ese secreto para liberarse. Lo que más le interesa filmando películas de carácter policiaco, es filmar dilemas morales”.
▲ Vértigo (1958) – “Todo lo que representan Hitchcock y el cine de la forma más bella posible”
El cine es una presencia constante en los filmes de Truffaut, surca el conjunto de su obra al igual que la infancia, el amor o la literatura. En La noche americana (1973) afirmaba que las películas son más armoniosas que la vida, en ellas no hay atascos ni tiempos muertos, avanzan como trenes en la noche. Esta apasionada convicción le condujo a reivindicar la obra Hitchcock, con la misma intensidad con la que realizaba cada una de sus películas. El recuerdo al cineasta francés ocupa las últimas palabras del documental: “La energía de François Truffaut y su amor por el cine parecían inagotables, que fuera a morir sólo cuatro años después del propio Hitchcock era algo impensable. Y sigue siéndolo. François Truffaut nos presenta no a la estrella de la televisión o al maestro del suspense, sino al Alfred Hitchcock artista que escribía con su cámara”.
HITCHCOCK/TRUFFAUT (2015) – EN IMÁGENES
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